Nos abrió la puerta con una sonrisa y pude ver las paredes llenas de historias. Me parecieron un poco tristes, pero como no entiendo mucho su idioma no me hice mucho caso... los colores eran palabras, la luz, signos de admiración, los escenarios, frases... Eran fotografías que se leen de golpe, y de golpe entraron y se quedaron en mi cabeza esperando que les encontrara un final bonito. No se si sabré...
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