Los únicos que no me han negado una palabra cuando he necesitado escucharla. Los que nunca que me han mirado mal... Siempre han esperado pacientes, susurrandome desde cerca y desde lejos, y acompañandome en cada viaje por mi escarpada cabeza.
Creo que empezaré a besar libros, a ver si encuentro algún hechizo escondido...